Guía de viaje: Milán en dos días

Si me seguís por Instagram ya sabréis que hace un par de semanas hicimos una escapada exprés a Milán. Hacía 17 años que no pisaba la capital italiana de la moda y ya tenía ganas de volver a verla desde otra perspectiva más relajada (¡quién volviera a pillar aquellos maravillosos 18 añitos!). Necesitaba volver a maravillarme ante la catedral más impresionante que he visto en mi vida y deseaba perderme por las calles del famoso cuadrilatero de la moda (aunque solo fuera para ver escaparates).

Y dicho y hecho. Así fue cómo visité Milán en dos días:

El vuelo, los desplazamientos y el alojamiento

Milán en dos días guía de viaje be trendy my friend helado italiano

Uno de los motivos por los que decidimos que Milán iba a ser nuestro próximo destino era que había vuelo directo desde Alicante a Bergamo (el aeropuerto donde aterrizarás si vuelas con Ryanair). En menos de dos horas, pisas suelo italiano, aunque después tendrás que invertir otra hora más para que un bus te lleve hasta la Estación Central de Milán.

Pero empecemos por el principio.

El vuelo

Si alguien me preguntara cuál es mi página favorita de Internet, sin duda, diría que es Skyscanner. Para los que no la conozcáis esta página es el buscador de vuelos más maravilloso del mundo mundial. En su buscador puedes introducir el origen, es decir, el aeropuerto desde el que vas a empezar tu viaje, y si te da un poco igual el lugar de destino (¡lo importante es viajar!) o si tienes flexibilidad en las fechas del viaje, te muestra los precios más económicos para cualquier lugar en cualquier mes del año. ¡Es una maravilla!

A través de este buscador, reservamos los billetes hacia Milán con Ryanair.

Los traslados.

Como he comentado al principio, una vez llegas a Bergamo tienes que coger un bus para poder llegar a la Estación Central de Milán. El trayecto es de aproximadamente una hora y varias compañías ofrecen el servicio.

Una de ellas, en concreto, la más barata y, casualmente, la que tiene «enchufe» con Ryanair puesto que puedes comprarle el ticket a la azafata en pleno vuelo, es Terravision. Con Terravision se cumple a la perfección el dicho: «lo barato sale caro».  Y es que compramos los tickets de ida y vuelta y aunque no tuvimos problemas con la ida, ¡oh sorpresa!, a la vuelta el bus no apareció a ninguna de las horas que en su página web decía que iba a estar…

Todavía estoy esperando a que me contesten todos los mensajes de queja que les he enviado y, por supuesto, a que me devuelvan mi dinero. Al parecer, el  servicio de atención al cliente también es nefasto. Así que recordad amiguitos: Terravision=caca.

Por suerte, en la misma parada había otro bus de otra empresa que sí hacía el trayecto, con lo que tuvimos que volver a comprar los tickets y poder llegar, justos, pero a tiempo de coger nuestro vuelo de vuelta a casa.

Alojamiento

Tal y como hicimos en nuestro viaje a París, el alojamiento lo reservamos a través de Airbnb y de nuevo la experiencia fue de lo más satisfactoria. Como íbamos a estar poco tiempo en Milán, elegimos un piso muy coqueto situado entre la Estación Central y el Duomo (a 15 minutos andando aprox.). El piso, estaba en una de las calles que dan a la Avenida de Buenos Aires, una calle muy comercial que me recordó a la Gran Vía de Madrid. La única sorpresa que nos llevamos es que cuando el dueño nos dio las llaves, tuvimos que pagar un extra de 8€ cada uno en concepto de impuestos. Al parecer es por una ordenanza municipal y se tiene que pagar tanto si te alojas en un apartamento como en un hotel.

Casi delante del apartamento teníamos un supermercado, estilo Mercadona, que estaba abierto hasta las 12 de la noche. No sé si en Milán serán todos iguales, pero desde luego ese horario nos salvó la vida. FYI: se llama Unes Maxi S.P.A. y en contraposición a su horario, parece ser que el precio medio es un poco más alto de lo habitual en Italia. No se puede tener todo…

Al lado del supermercado, haciendo esquina, había una cafetería muy acogedora en la que, sin embargo, aprendimos que la cerveza no es una bebida asequible en Milán. 5€ la caña 😮

Imperdibles de Milán en dos días

Y ahora sí, pasemos a la parte divertida. Si vas a viajar a Milán, aquí te dejo alguno de los sitios que visitamos:

Duomo

Milán en dos días guía de viaje be trendy my friend duomo

Bolso-bandolera Leo Azul de Sanyuri, disponible aquí.

Ir a Milán y no visitar el Duomo es como no haber estado en Milán. Recordaba esta obra de arte como la catedral más espectacular que había visto en mi vida. Y unos cuantos años después de haberla vuelto a ver, me reafirmo. Merece la pena tirarse una mañana entera observando al detalle su fachada y hacerse 500.000 fotos desde todas las perspectivas posibles de su abarrotada plaza (con permiso de las famélicas palomas asesinas).

Por cierto, muy cerca del Duomo se encuentra el Panino Giusto. Un bar decorado con los colores de la bandera italiana, que tiene una gigante mesa central en la que los comensales se sientan y comparten espacio, donde comimos unos panini deliciosos. Servicio amable y muy rápido. Este fue otro de los sitios que nos recomendó un amigo y que os paso a compartir porque realmente lo merece.

También merece MUCHÍSIMO la pena pagar los 9€ que cuesta el acceso (a pie) de su terraza para disfrutar de las vistas que hay de la ciudad desde su tejado transitable, así como tener la oportunidad de poder ver (y casi tocar) su arquitectura desde lo más alto de la catedral. En esta azotea, da igual la perspectiva que elijas para inmortalizar el momento, te van a salir auténticos fotones. Sin duda alguna, mi parte favorita del viaje fue este descubrimiento.

Galleria Vittorio Emanuelle II

milán en dos días guía de viaje be trendy my friend galleria vittorio emanuelle II

En la misma plaza donde se encuentra el Duomo, está la Galleria Vittorio Emanuelle II, otra obra de arte arquitectónica que debes visitar sí o sí. todo un detallazo que la construyeran en la misma plaza que el Duomo para que no tuviéramos que andar mucho. 🙂

Adentrarte en esta galería comercial, llena de bares y boutiques italianas divinas, es una auténtica locura en todos los sentidos de la palabra. Y es que uno no sabe si aprovechar para mirar los preciosos mosaicos que se dibujan en el suelo, mirar de frente para deleitarse con los originales escaparates de las boutiques de Louis Vuitton, Prada, Versace o Gucci, o admirar las cúpulas acristaladas y los frescos que se dibujan en lo más alto.

En la Galleria Vittorio Emanuelle nos tomamos nuestro primer helado del año (a ver cómo superamos esto el año que viene) y no dudamos en seguir la tradición de dar una vuelta sobre nosotros mismos pisando los «atributos» del toro que está dibujado en uno de los mosaicos. Dicen que es obligatorio hacerlo si quieres volver a Milán.

La última Cena de Leonardo Da Vinci

En el antiguo convento de los dominicos de Santa Maria delle Grazie se encuentra el fresco original de la Última Cena de Leonardo Da Vinci, justo sobre la pared donde el artista la pintó originalmente. Una obra maestra que merece la pena visitar si estás en Milán. La pega que tiene es que tienes que reservar las entradas con mucha antelación (y con mucho me refiero a más de un mes) puesto que las visitas se realizan en pequeños grupos y, como podrás imaginar, está muy demandada.

El Cuadrilatero de la Moda

milán en dos días guía de viaje cuadrilatero de la moda escaparate dolce gabbana via corso venecia be trendy my friend

Milán está irremediablemente asociada a la moda. No en vano, la Milan Fashion Week es una de las semanas de la moda más influyentes del mundo. Y para mí, que llevo tantos años escribiendo en este blog, sobre todo, de temas relacionados con la moda, Milán es sinónimo de Gucci, Prada, Moschino, Versace o Dolce&Gabbana, entre otros.

Si disfrutas con la moda, aunque no te la puedas permitir (y si puedes, pues todavía con más razón), vale la pena reservar una tarde a pasear por el famoso cuadrilatero de la moda y, al menos, admirar, sus maravillosos escaparates.

Las calles que forman este cuadrado de lujo son la Via Monte Napoleone, Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga (¡mi favorita!) y Corso Venecia. Todo el que quiere ser alguien en el sector lujo italiano, se encuentra aquí. Eso sí, echo de menos los divertidos escaparates de Moschino. Ahora, parece que Dolce&Gabbana ha cogido el relevo, pero todavía no alcanza a lograr ese punto divertido, creativo y loco de la firma en la que ahora diseña Jeremy Scott.

La Fundazione Prada y el Bar Luce

milán en dos días guía de viaje be trendy my friend bar luce fundazione prada

Bolso-bandolera Elvira negro de Sanyuri, disponible aquí.

Si, como yo, pasáis gran parte del día, cotilleando cuentas bonitas de Instagram, tenéis que incluir en vuestro itinerario milanés una escapadita a la Fundazione Prada. Está bastante apartada del centro, pero se llega a ella sin problemas con el metro.

En mi caso, más que la posible programación del museo, lo que me hacía especial ilusión era tomarme un capuccino en el bar Luce, un bar de estética retro que se encuentra en el interior del complejo y que fue diseñado por el director de cine Wes Anderson. Suelos de terrazo rosita, paredes de aseos geométricas, máquinas de bolas o un tocadiscos retro hacen de lo más instagrameable este lugar. Y si en París no podía faltar la visita a la Maison Rose, en Milán el Bar Luce es de visita obligatoria.

Navigli, el barrio de los canales de Milan

Unas semanas antes del viaje, pedí a través de twitter recomendaciones para comer en Milán. La Fabbrica, una pizzeria de estética industrial, fue una de ellas. Este local se encuentra en Navigli, el barrio de los canales de Milán. Un barrio que es indispensable visitar al caer la tarde.

Esta zona está muy animada por la noche ya que cuenta con bares de jazz, muchísima oferta gastronómica a precios alcanzables, estudios de artistas que, inspirados por la belleza de su Milán venden los cuadros que pintan en sus propios talleres… y tal y como nos recomendaron, sí, las pizzas de la Fabbrica son bocatto di cardinale.

Como anécdota, cabe destacar que el propio Leonardo da Vinci, contribuyó a la creación de esos canales artificiales que, en un tiempo pasado, fueron tan importantes hasta el punto de que los materiales de construcción del Duomo entraron a Milán a través de ellos. Hoy en día, no tienen uso comercial, solo visual, pero están ahí para recordar la historia en un barrio de lo más encantador.

Escapada al Lago Como

La duración de nuestro viaje no dio más de sí, pero si tenéis la oportunidad de estar tres días en Milán, podéis reservar uno de los días a hacer una visita a la zona del Lago Como. Dicen que es muy bonita y queda muy cerca. Nosotros nos la anotamos para la próxima visita que, ojalá, sea más pronto que tarde.

Mis artículos #FashionArtWeekend en Well Done Publishers

Como ya os comenté en este apasionante post, uno de los proyectos en los que ando embarcada últimamente consiste en una serie de artículos semanales en los que escribo sobre la moda cuando ésta se convierte en arte. Todos los fines de semana de los meses de junio y julio he escrito un artículo diferente dentro de la sección denominada como #FashionArtWeekend en la web Well Done Publishers, una preciosa tienda on-line de obras de arte localizada en Londres y dirigida por mi querida Marta Ros. Durante el mes de agosto nos vamos de vacaciones pero en septiembre volvemos a la carga con más personajes maravillosos de esos que nunca sabes catalogar pero que a mi me queda claro que son ARTISTAS con mayúsculas. Así que por si no habéis podido leerlos, aquí os dejo los artículos sobre los que he escrito:

1. Prada &Graffiti: In the Heart of Multitude (en inglés).
2. Salvador Dalí & Elsa Schiaparelli: The surreal couple  (en inglés).
3. When Fashion meets «The Memphis Group» (en inglés).
4. Stephen Sprouse: Artist and fashion designer  (en español e inglés).
5. The artist hidden inside Yves Saint Laurent (en español e inglés).
6. The Pre-Raphaelite influence in Fashion (en español e inglés).
7. Luxury Fashion Illustration with Antonio Lopez (en español e inglés).

Prada

 

memphis sergio rossi

anjelica huston stephen sprouse halston

naomi campbell ysl

Dante

oscar de la renta

 

Los speakeasies más famosos de la Ley Seca

A estas alturas de la jugada seguro que ya todos sabéis que formo parte de una colaboración en la realización de una serie de posts especiales centrados en «los alegres años 20» de Nueva York y seguro que también sabéis qué es un speakeasy, aunque quizás no os suene por este nombre. Los speakeasies eran los bares clandestinos que florecieron en el Nueva York de los años 20 para burlar la, por aquel entonces, implantada Ley Seca que prohibía la distribución y venta de alcohol. Haciendo cierto el dicho de que Cuanto más prohibido es algo, más se desea, la Prohibición tuvo el efecto contrario y potenció la creación de hasta 100.000 speakeasies ¡solo en Nueva York! Claro que llegar a ellos no era tarea fácil pues lo habitual era acceder a través de puertas secretas, contraseñas y/o apadrinamientos de clientes fieles. No eran legales y las penas estaban condenadas con fuertes multas, cierre del local y encarcelamientos a sus dueños. Con la amenaza de la policia federal al acecho, no era de extrañar que los camareros pidieran la máxima discreción a sus clientes, sobre todo en lugares públicos,  llegándoles a pedir que hablaran suave, con calma y sin dureza (speak easy, en inglés, de ahí el nombre) Desconozco si a Lois Long le dio tiempo a ir a todos pero estoy casi segura de que sí fue a los que paso a mencionar en este post. Seguro que hay mil y una historias por contar en muchos otros speakeasies, pero estos fueron los favoritos de algunos de los personajes que me fascinan de esa época y por eso llaman mi atención:

Cotton Club – ¿qué se puede decir del speakeasy más famoso de Nueva York que no se haya dicho ya? ¡si hasta Francis Ford Coppola le dedicó una película con Richard Gere, Diane Lane y Nicholas Cage a la cabeza! El club se encontraba en Harlem, el barrio negro de Manhattan, aunque paradójicamente, los afroamericanos solo se encargaban de trabajar y actuar mientras que el cliente blanco consumía y se divertía con el espectáculo. Aquí es donde hicieron carrera grandes del jazz como Duke Ellington y donde actuaron bailarinas míticas como Josephine Baker, quien, a día de hoy, sigue siendo un personaje de lo más influyente dentro de, por ejemplo, el mundo de la moda, llegando a inspirar una colección entera de Prada en la primavera del 2011 gracias a su famoso look con la falda de plátanos.

Josephine Baker
Josephine Baker y su famosa falda de plátanos

El Cotton Club permaneció abierto durante toda la etapa de La Prohibición pero cerró en el año35 debido a las revueltas antiracistas y por ello se trasladó, un año después, a Broadway con 48th St. donde sigue abierto.

21 Club – El 21 no tiene una película propia (o al menos no tan importante como la del Cotton Club) pero sí ha sido escenario de muchas escenas cinematográficas. Su fachada es inconfundible en películas como Wall Street, Los Asesinatos de Manhattan e incluso en Sexo en Nueva York. Este speakeasy escondía, en los años 20, una habitación secreta llamada la Bar Room que en realidad era como una bodega de vino a la que se accedía a través de una puerta secreta que se encontraba mimetizada en una pared de ladrillos y que daba acceso al edificio de al lado. A día de hoy, esta bodega sigue existiendo y además se encarga de almacenar grandes colecciones de vinos de celebridades como Elisabeth Taylor o Sofia Loren, pero en sus años clandestinos era lugar de culto de celebridades de la talla de Dorothy Parker*.

*Dorothy fue una escritora, humorista, guionista y poeta estadounidense que triunfó como crítica teatral y poeta ocasional para Vanity Fair y, más tarde, como editora de Vogue. Como en el caso de Lois Long, cuando se fundó la revista New Yorker, también pasó a formar parte de la plantilla al mismo tiempo que escribía  y publicaba cuentos y poesía de manera independiente con gran éxito, muy buenas críticas y reconocidos premios.

wallstreet04
Secuencia de la película Wall Street con la fachada del 21 como fondo

El 21 Club tuvo que cambiar varias veces de ubicación debido a su condición de bar ilegal, y finalmente porque donde se encontraba, tras la Prohibición, se construyó el famoso Rockefeller Center. Su dirección desde entonces y hasta hoy que es la que da su nombre definitivo se encuentra en 21 West 52nd Street.

Chumley´s Club – Si hay un matrimonio que se pueda catalogar de famoso en los años 20, sin duda alguna, era el que formaban los Fitzgerald. Francis Scott  era un escritor de gran éxito y a Zelda se la considera como la primera flapper americana. Juntos formaban una pareja que, a día de hoy, nos sigue fascinando y, por tanto, sigue dando que hablar. Eran ricos, guapos y famosos pero su historia de amor estuvo envuelta de celos y peleas con un final trágico: él alcohólico y ella esquizofrénica. Pero tuvieron sus años buenos de diversión y desenfreno y el speakeasy donde era más frecuente verlos era el Chumley´s, el lugar que despertaba más simpatía por el sector literario. De hecho, los rumores dicen que él escribió gran parte de El Gran Gatsby en ese lugar.

midnight-in-paris-the-fitzgeralds
Así caracterizó Woody Allen a los Fitzgerald en su película Midnight in París

El Chumley´s sigue estando en su dirección originaria (la 86 Bedford Street) aunque no tiene licencia como bar y solo se usa, por el momento, como lugar de visita en algunos tours literarios. Fue uno de los pocos speakeasies famosos que no necesitó cambiar de ubicación en parte, gracias, a su enrevesado laberinto de puertas y escaleras secretas. Además tenía dos puertas principales, pero, curiosamente, la policía siempre entraba por la misma dando tiempo suficiente a que los clientes salieran por la otra.

300 Club – Mientras que los tres anteriores speakeasies eran regentados por hombres, el 300 lo abrió una mujer llamada Texas Guinan que llegó a ser llamada como la Queen of the Night Clubs (la reina de los clubs nocturnos), puesto que ella misma protagonizó una película con ese título que parecía una autobiografía. Fue detenida en varias ocasiones aunque siempre defendió que sus clientes llevaban su propio alcohol al club. El 300 tenía una clientela de lo más glamourosa y pudiente dado que algunas de las actrices de cine mudo más importantes del momento, como Gloria Swanson o Clara Bow, ambas consideradas como iconos fashion de la época, solían dejarse ver por él. Ella es el claro ejemplo que el levantamiento de La Prohibición no fue bueno para todos. Durante los años secos amasó una fortuna y se convirtió en toda una celebridad muy carismática. Pero su muerte  y la del 300 así como otros speakeasies que ella misma había abierto, llegó un mes después del final de la Ley Seca.

Texas Guinan y el 300 en pintura. Le tiene un aire a Marilyn Monroe, ¿verdad?
Texas Guinan y el 300 en pintura. Le tiene un aire a Marilyn Monroe, ¿verdad?

El 300 se encontraba en 151 W. con 54th Street curiosamente a dos calles de Carnegie Hall, el edificio de artistas que fundó Edita Sherpman y donde actualmente reside el entrañable Bill Cunningham, donde, por cierto, el próximo 8 de marzo actuará la española Estrella Morente. 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies