Ser productiva. Aprovechar el tiempo al máximo. Estar al día de la actualidad tecnológica para poder aplicarla en mi trabajo. Ir al gimnasio. Comer sano. Aprender educación financiera. Llevar al día todas las revisiones sanitarias (ginecólogo, dermatólogo, oftalmólogo…). Relativizar temas globales. No frustarme por cualquier necesidad creada si esta ha sido vista en redes sociales. Recordarme que Instagram no es la vida real. Y si ese recordatorio no funciona, usar el botón silenciar, bloquear y/o dejar de seguir. Hacer limpieza digital.
Son tantos los pensamientos que me gustaría arrojar por aquí, que casi mejor los divido en fascículos. Quizás así pueda centrarme en los que he elegido para esta semana y quizás así, con la excusa, retome la escritura de este blog.
Ya no se llevan los blogs (pero no me importa).
Ya no se lleva escribir (si quien escribe es 100% humano).
Ya no se lleva leer (por el simple hecho de leer, sin necesidad de publicar todo lo que has leído)
Los usuarios prefieren las imágenes y, sobre todo, vídeos, básicamente, porque somos (me incluyo) unos comodones y nos cuesta menos prestar atención a cualquier tipo de información audiovisual que a las palabras escritas. Pero es una pena. Con el idioma tan bonito y rico en vocabulario que tenemos. Y con lo mágico que es que uno escriba y que esas palabras puedan ser digeridas de mil maneras distintas por los lectores que se sentirán más o menos representados por ellas ya que podrán adaptarlas a su situación y estado de ánimo.
WordPress y Blogger ya pasaron. Ahora tienes que estar sí o sí en Instagram y, sobre todo, en Tik Tok. O eso, o eres un boomer. Aunque seas millenial. Y si no te corresponde por edad, pues eres un viejoven. Hay palabras que nacieron cuando yo no me tenía que esforzar para estar al día de las tendencias del momento y que resisten. Gracias por seguir ahí, viejoven. Somos la resistencia.
WordPress y Blogger ya pasaron pero habrá quien me diga que las palabras siguen teniendo mucho poder. No lo pongo en duda, pero parece que ya no tienen cabida en este medio. Ahora o escribes en una newsletter o tienes un podcast. Y, claro, lo que ha pasado es que hay opciones por encima de nuestras posibilidades. Aquí también hay masificación. Una ardilla podría cruzar España de podcast en podcast.
Qué rápido se mueve todo. Qué rápido se pasa todo de moda. Es como escuchar la expresión «empiezas a morir desde que naces» a velocidad 2x de Whatsapp.
Renovarse o morir.
Morir o sobrevivir.
Yo elijo seguir en mi medio favorito: mi blog. Con el mismo nombre de siempre aunque ya no vaya de lo mismo. Sin suscripciones. Sin pedir datos personales. Sin sacarle los cuartos a nadie. Sin estar pendiente de ningún algoritmo. Sin tener que hacer el baile viral de turno. Sin canciones en tendencia. Sin reels. Sin hashtags. Solo mis pensamientos y yo. Y tú, si quieres.
Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae.
Drácula de Bram Stoker
Foto portada | Daiga Ellaby en Unsplash