Como muchos de vosotros ya os habreis imaginado, mi ausencia en la blogosfera durante esta última semana no se ha debido ni a exceso de trabajo, ni a falta de interés por los desfiles de Milán, ni de falta de curiosidad por ver los vestidos de la alfombra roja de los Oscars. La verdad es que ha sido una semana muy cargadita de noticias fashionistas pero, justo esta semana ha sido cuando ha venido al mundo mi pequeñín. Se llama Miguel, es un bombón (qué voy a decir yo…), un regalito del cielo que ha llenado mi vida y la de mi marido. Si ya éramos felices antes de que él llegara, ahora, su existencia nos ha terminado de completar.
Este post no se parece en nada a ninguno de los que antes he escrito pero quería haceros partícipes del momento que estoy atravesando y que, sin lugar a dudas, me mantendrá más alejada de este rincón cibernético que tanto adoro y tanto me gusta compartir con todos vosotros. Pero lo primero es lo primero y, claro, a todos los cuidados de esta criaturita que tengo en mis brazos hemos de unirle nuestra inexperiencia total en el tema. Somos primerizos.
Hasta muy pronto