Soy profesora de Competencia Digital para Adultos, por lo que puedo hablar con propiedad cuando afirmo que el tema de la seguridad en Internet genera tanto entusiasmo como temor a partes iguales entre mis estudiantes.
El entusiasmo proviene del interés genuino que tienen por aprender, ya que son usuarios activos de la red, y el temor surge de su falta de familiaridad con las tecnologías, no son nativos digitales, lo que les genera inseguridad.
En el mundo actual, internet se ha convertido en una herramienta esencial en nuestras vidas. Lo usamos para trabajar, estudiar, mantenernos en contacto con amigos y familiares, hacer compras, o incluso para gestionar nuestras finanzas.
Pero, al mismo tiempo, es un entorno lleno de riesgos, algo que no es difícil de entender: ¿dónde iría un ciberdelincuente? A donde haya más gente. Cuantas más personas haya, mayores son las oportunidades para llevar a cabo sus planes como estafas, robo de datos y vulneración de nuestra privacidad.
Por si todo esto fuera poco, actualmente, nos encontramos en una especie de «guerra fría» entre las grandes tecnológicas por ver quién domina la IA. ¿OpenAI o DeepSeek? Quien logre esa supremacía, se está diciendo estos días, tendrá el control del futuro.
La revolución tecnológica es un hecho y nosotros, como usuarios, tenemos que estar preparados para ella y adaptarnos porque, nos guste o no, dentro de poco será parte integral de nuestra vida… y también de las acciones de los ciberdelincuentes.
Así que volvamos al inicio (hay que empezar la casa por los cimientos). Decía que mi alumnado valora mucho las clases de ciberseguridad por su practicidad. Por eso, y teniendo en cuenta que el 11 de febrero se celebra el Día de Internet Segura, me ha parecido interesante compartir algunos consejos básicos para todo aquel que esté interesado en aprender, aunque no tenga muchos conocimientos tecnológicos.
¡Dentro consejos!
1. Crea contraseñas fuertes y únicas
Uno de los errores más comunes que cometemos es utilizar contraseñas débiles o repetidas en diferentes sitios web. Sin ser muy conscientes de eso, estamos facilitando que los ciberdelincuentes puedan acceder a nuestras cuentas con suma facilidad.
¿Qué hace que una contraseña sea fuerte?
- Debe tener al menos 12 caracteres.
- Usa una combinación de letras (mayúsculas y minúsculas), números y símbolos.
- No uses datos personales como tu nombre, fecha de nacimiento o “123456”.
- Trata de no utilizar la misma contraseña para todas tus cuentas. Si el ciberdelincuente descifra una de ellas, automáticamente tendrá acceso a todas las demás.
- Cambia tus contraseñas cada cierto tiempo. Yo tengo puesto un recordatorio en el móvil y cada 3 meses me avisa de que toca cambio.
Un truco útil:
Si te cuesta recordar contraseñas, usa frases completas y/o reglas mnemotécnicas. Por ejemplo: MiGatoCorreRapido2025!. Y si quieres dar un paso más, sustituye la a por un 4 o por @, alguna i por el 1 y alguna o por un cero: MiG4toC0rreR@p1do.
Además:
¿Quieres saber si tu contraseña tardaría en descrifrarse lo que tardas en dar una vuelta de 5 minutos o, por el contrario, los hackers necesitarían siglos para dar con ella? Sal de dudas con el comprobador de contraseñas de Kaspersky.

2. Ten cuidado con los enlaces sospechosos
Los ciberdelincuentes a menudo intentan engañarnos con correos electrónicos, mensajes o publicaciones que contienen enlaces maliciosos. Este tipo de ataque se llama phishing y su objetivo es robar tu información personal o instalar virus en tus dispositivos.
¿Cómo reconocer un enlace sospechoso?
- Fíjate en la dirección del enlace antes de hacer clic. Si parece extraño o incluye errores ortográficos, desconfía.
- Si un correo electrónico te pide que hagas clic en un enlace para verificar tu cuenta, piensa dos veces antes de hacerlo, especialmente si no lo esperabas. Además, ninguna entidad te pediría información personal o sensible como contraseñas, números de tarjeta de crédito o detalles bancarios a través de correo electrónico o mensajes sms.
- Si aun así tienes dudas, pasa el ratón sobre ellos sin hacer clic. Esto te mostrará la URL real a la que te llevaría el enlace (en la parte inferior izquierda de tu pantalla). Si la URL parece extraña o no coincide con la oficial de la empresa o servicio, ¡es un claro indicio de phishing!
- Revisa el remitente del correo o mensaje: El phishing a menudo utiliza direcciones de correo electrónico que parecen legítimas a simple vista, pero si las miras con atención, notarás que hay pequeños detalles extraños, como nombres mal escritos o dominios sospechosos. Por ejemplo, en lugar de «@microsoft.com» podría ser algo como «@microsoft-secure.com».
- Urgencia o amenazas: Los mensajes de phishing suelen intentar crear una sensación de urgencia, como «¡Tu cuenta ha sido hackeada, actúa ahora!» o «Tienes que actualizar tu información inmediatamente». Las empresas serias nunca presionan a los usuarios de esa manera.
Un consejo práctico:
Si tienes dudas sobre un enlace, en lugar de hacer clic directamente, escribe la dirección del sitio web en tu navegador de manera manual. Así te aseguras de ir al lugar correcto. O mejor aun, contacta con la entidad por teléfono o de manera presencial para salir de dudas.
Además:
¿Quieres comprobar si sabrías detectar este tipo de correos sospechosos? Google tiene un test de 10 casos prácticos de phising muy completo. ¿Se trata de un correo real o phising? Ponte a prueba haciendo click aquí.

3. Protege tu información personal
Hoy en día, compartir detalles de nuestra vida en redes sociales se ha vuelto algo común, pero hay que tener cuidado. Los ciberdelincuentes pueden usar esa información para cometer fraudes o suplantar tu identidad. Es tan común que hasta tiene nombre, se trata de la famosa ingeniería social.
Evita lo siguiente:
- Compartir tu dirección, número de teléfono o datos bancarios en redes sociales o sitios web públicos.
- Publicar información que pueda revelar demasiado sobre ti, como tus rutinas diarias o fotos de tus documentos personales.
4. Mantén tus dispositivos actualizados
Es lo primero que le digo a mis estudiantes: cualquier dispositivo con acceso a Internet debe estar actualizado. Y el feedback que recojo es casi siempre el mismo: es bastante más común de lo que pensaba que ignoren las notificaciones de actualización de sus teléfonos, computadoras y aplicaciones. Pero estas actualizaciones no solo incluyen nuevas funciones, sino también mejoras de seguridad que protegen contra amenazas recientes.
Por qué es importante actualizar:
Los ciberdelincuentes constantemente buscan fallos en los sistemas para aprovecharlos. Las actualizaciones corrigen esos fallos y hacen que tus dispositivos sean menos vulnerables.
Y no solo me refiero al sistema operativo, todas las aplicaciones instaladas en tus dispositivos deben estar actualizadas.
Consejo:
Activa las actualizaciones automáticas siempre que sea posible. Así no tendrás que preocuparte por recordarlo.
5. Habla con los más pequeños sobre seguridad en internet
Si tienes hijos, sobrinos o hermanos menores, es crucial que entiendan cómo navegar de forma segura. Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a ciertos riesgos en línea, como el ciberacoso o el contacto con personas desconocidas. Además como se trata de generaciones nativas digitales, se suelen sentir muy cómodos en Internet y pueden caer en alguna trampa por esa falsa seguridad que tienen.
Enséñales lo básico:
- Parece una obviedad pero recuérdales que nunca deben compartir información personal con extraños.
- Desconfía de las personas que les pidan fotos o información privada.
- Explícales qué hacer si se sienten incómodos o inseguros en internet, como hablar contigo o con un adulto de confianza.
Herramientas útiles para padres:
Muchas plataformas y dispositivos ofrecen controles parentales que puedes configurar para limitar el acceso a ciertos contenidos o monitorear la actividad en línea. Nosotros usamos Family Link de Google. Además tiene una función de geolocalización bastante precisa. Es ideal para móviles y tablets.
Foto portada | Austin Distel en Unsplash